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Decorando con tarros y velas

Hoy tengo una cosa distinta para vosotros, esta semana ni he cosido ni he hecho mucho ganchillo, he estado haciendo cositas para ir decorando la casa que, como ya os conté hace poco, nos acabamos de mudar y aún está un poco desolada.

Bueno, vamos a ser sinceros, desolada es un decir porque con un niño pequeño tiene más aspecto de campo de minas que de otra cosa, pero así es la vida 😉

Lo que os quiero enseñar hoy son mis nuevos portavelas hechos con tarros de cristal.

Es algo que ya he hecho más veces, para la decoración de mi boda por ejemplo, es muy fácil de hacer y muy resultón y, además, me encanta; espero que a vosotros también.

Los materiales que usaremos serán:

  • Pintura para vidrio
  • Esponja
  • Pistola de silicona
  • Cintas, lazos y puntillas
  • Rotuladores si queremos hacer dibujos
  • Botones o adornos, si queremos añadirlos
  • Y, por supuesto, los tarros de cristal

Para esta ocasión he utilizado tres colores: blanco, amarillo y rojo, que he aplicado con esponja, porque me gusta mucho el efecto que consigo en el cristal.

Pongo un poco de pintura y empiezo a dar toquecitos, despacito, para que la pintura se vaya extendiendo de forma homogénea y sin que queden burbujas. Según la idea o el diseño de cada uno daremos una capa más o menos gruesa, pero siempre dando pequeños toques sin presionar mucho.

Una vez que hemos pintado nuestro tarros, los dejamos secar y, si queremos fijar más los colores, pues podemos ponerlos en el horno de casa, porque estas pinturas de pébéo lo permiten.

Cuando ya tenemos los tarros secos, los podemos decorar como se nos ocurra. Yo siempre uso cintas, lazos, puntilla y botones, pero se puede usar cuerda, rotuladores, purpurina, estrellas, vamos lo que se os pase por la cabeza. Incluso podemos decorarlos con papel y cola, pero eso creo que lo veremos otros día.

Para el amarillo elegí una puntilla, tome la medida de la parte inferior del tarro y la fijé con silicona caliente usando la pistola. Para la boca del tarro cogí lana de un color parecido a la puntilla, le dí varias vueltas alrededor de la boca y le hice un pequeño lazo.

Para el rojo fueron botones. Seleccioné unos de nácar que tenía por casa, me pareció que contrastaban bien con el color del tarro y le daban un poco de brillo. Los fui enhebrando, como veis en la foto, con hilo de crochet rojo y los coloqué en la boca. Con el mismo hilo rojo cubrí la boca donde se veían las marcas de la rosca, dándole varias vueltas.

Y para el blanco opté por un pasacintas y una cinta de color rojo. Muy sencillo. Adapté el pasacintas a la medida del tarro y metí la cinta, dejando largo suficiente para poder hacer un lazo que ciñera la cinta a la boca, coloqué el adorno y listo.

Aquí tenéis el resultado.

 

Espero que os haya gustado esta idea y que os animéis a ponerla en práctica, porque es muy fácil.

Como siempre, estoy a vuestra disposición para lo que queráis preguntar: nuriapsanz12@gmail.com

¡Hasta pronto!

 

Autor:

Si hay que luchar se lucha, si hay que jugar se juega, si hay que coser se cose. La vida hay que vivirla con esperanza e ilusión.

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