Una de las cosas que más veces he hecho en mi vida es mudarme de casa. He vivido en un montón de pisos. Antes de cumplir 11 ya había vivido en 6 sitios distintos, no os digo nada antes de cumplir los 30 y he vivido 10 años más desde entonces, así que se puede decir que tengo amplia experiencia en mudanzas y decoraciones.
Una de las primeras que hay que hacer al llegar a un sitio nuevo es darle personalidad, hacerlo tuyo para estar más cómodo, para sentir que es tu lugar.
Pues en esas me encuentro una vez más. Hace muy poco me he cambiado a un piso que espero sea (casi) definitivo y poco a poco lo vamos decorando con pequeñas cosas.
Este fin de semana le han tocado a las cortinas de nuestro dormitorio y me gustaría compartir con todos como las he hecho.
La tela la compre hace ya tiempo en un sitio muy original si de decoración de hogares hablamos: IKEA. 😉
Tengo que confesar que me gustan mucho las telas de IKEA, los colores, las texturas, los dibujos. En esta ocación elegí una loneta blanca con flores azules.
Quería unas cortinas de dos hojas no muy largas, que no llegaran al suelo, así que teniendo en cuenta que la tela tenía 1,50 m. de ancho, compré dos trozos de 1,75 m. cada uno.
Para hacer unas cortinas hay que poner mucho cuidado en las medidas y en la proporción, para que nos queden a una misma altura y rectas así que lo primero que hice fue unir las dos hojas de 1,75 cm. por 1,50 cm. cada una para que quedaran del mismo tamaño exacto y así salvar los posibles errores de corte.
Fuí uniendo las dos partes por los laterales con alfileres, usando el borde de la mesa como lado de referencia (al ser recto es más fácil), luego igualé la parte superior, corté lo que sobraba e hice un doblez de unos 3 cm. en cada una.
A continuacion, tocaba colocar en la parte superior una cinta para cortinas. Las hay de diferentes anchos y sirven para fruncir la cortina en la parte superior o colocar las anillas o reforzar. Las cintas para cortinas las venden en mercerías, en tiendas de tejidos, en IKEA, vamos que son bastante fácil de encontrar.
OJO: si decidis fruncir la cortina, tened cuidado con la cantidad de tela que compráis, ya que tendrá que ser mayor.
Pues fuí colocando la cinta al borde del doblez que había hecho y la sujeté con alfileres, como véis en la foto.
Yo no quería fruncir la cortina, pero no sabía si poner anillas o que hacer hasta que no tuve toda la cinta colocada con alfileres. En ese momento encontré un rollo de cinta de lazo azul (de unos 3,5 m.) y decidí que iba a hacer unas trabillas para colgar mis cortinas.
Fuí cortando tiras de 14 cm. cada una, las doblé por la mitas y las coloqué una a una, con 15 cm. de separación entre ellas, debajo de la tira. Tuve que ir levantando la cinta poco a poco para que quedara perfecto, como véis en la foto.
Después de esto ya tenía mi parte superior, ahora tocaba el bajo.
Cojí una de las cortinas y la doblé por la mitad, dejando la parte del revés hacia fuera; enfrenté la parte superior y fuí uniendo los dos lados con alflieres, así estaba segura de que los dos lados eran iguales de largo. A continuación, doble un bajo a 4 cm. y lo volví a doblar sobre si mismo para hacer un bajo doble.
En las fotos podéis ver como lo hice.Una vez hecho esto en ambas cortinas sólo quedaba coser, así que pasé un pespunte en el borde superior y luego uno paralelo a éste, para que quedaran cosidos los dos lados de la cinta. A mi me gusta más doble, pero es que además le da mucha más resistencia a las cortinas.
El último paso fue coser los bajos de ambas cortinas y listo, ya tenía cortinas nuevas. ¿qué os parecen?.
A mi me encantan y la habitación ya no es la misma. Ahora colocaremos un par de cuadros y listo.
¿Os animáis a cambiar la decoración? Si es así espero que me lo contéis.
Ánimo, es muy fácil y yo os puedo ayudar.
¡Hasta pronto!